sábado, 3 de abril de 2010

Melodía silenciosa


Te veo, sin remordimientos lo deseo;
una mirada no es suficiente
pero es lo que insita mi mente.
Deleitarte, pecar, tocarte cada anhelo.

¡Mírala! Imponiéndose...
Tiene celos de que también me veas a mí
por eso, la puta sale de allí
de noche, inclusive en día... ¿Vigilándome?

Perfecto, el azar juega a nuestro favor.
Imperfecto, no sólo yo los congelo
ni es mío el maldito desvelo...
Pero es cierto, somos presas del temor.

¡Canta! ¡Canta más alto, déjate llevar!
¡Que la maldita del cielo me envidie!
¡Que mis ojos sean tu perdición!
Y que no exista más, alguna redención,
cuando en mis sueños te asfixie.

Me pierdo... ¿Sabes cuánto me pierdo?
-No- ¡Cantaré a tu lado fúnebres silencios!
Colmillos extasiados y sedientos,
aullidos gimiendo que no entiendo.

La sangre encendida se mancha de gala,
las nubes se visten delirantes;
enfermizas me ven, huyen ignorantes...
¡Púdranse! Esta es sólo la antesala.

¿Saciaremos nuestra sed insana
o te aceleran los sucios espectadores?
Ven a mí, adentremos los dolores.
Luz apagada, sábanas mojadas... Inhumana.

-Sí- ¡Nos hemos saciado de horrores!

1 comentario:

Smileater 2nd dijo...

Me encantó, Trinie. Hay algo en la estructura que me hace sospechar que hay algo más. Gracias por compartir tu Poesía. Un abrazo.