Vi mi mano evaporarse,
-humo negro desprendía-
en eso la veo acercarse,
mirándome encendida
y fue allí cuando supe
que sería un día irreal.
Nos acomodamos velozmente,
sus garras sobre mi pecho
destrozando rápidamente
mi ropa junto a mis huesos,
disfrutándome ágilmente
con su lengua inmoral.
Bípeda y resbalosa,
bajaba por mi ombligo.
Venenosa y deliciosa
-esta piel es un delirio-
y sus cabellos de serpiente,
se devoraban con los míos.
En eso veo que lo más bello
que posee son los ojos,
de un cristalino destello
y una inocencia sin fondo…
Tan hipnotizantes que no noto,
lo que sucede con mi ser.
Queda de mí, sólo piedra
y una lágrima vuelta trizas,
amarrada a una condena
pues al mirarme te hechizas…
Entendiendo por qué mi vida
…Hasta el fin fue en soledad.
sábado, 3 de abril de 2010
Medusa y su reflejo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario