sábado, 3 de abril de 2010

Dragones en el cielo



Al poniente,
emergen fieros Dragones
forrando de rojo el cielo,
anulando las razones
-maldiciendo al demente-
junto al sonar de un chelo.

Lugares distintos,
mirada dispersa y volátil,
ráfaga de sueños extintos.
Humanidad, mente frágil…

Mariposas encendidas
volando en humedad,
consolación sin muerte
que asfixia la falsedad,
entre cortinas dormidas
irrespetando la suerte.

Iluminada por ojos cerrados
vaga nuestra alma descalza,
guerra de un Dios apagado
cuando la fuerza no alcanza…

Dejan de surcar el cielo
al instante corrosivo
de un anhelo que nos miente,
aquel fiel daño nocivo
culpando al viril desvelo,
con un deseo silente.

Nos acercamos en lejanía,
dispersando sensaciones
y reina la noche en el día,
ocultando a los Dragones.

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