lunes, 26 de octubre de 2009

Un mundo corroído


El mundo se ha transformado en un mar insaciable

de almas que constantemente, buscan su humanidad;

perdidos entre sábanas, los sueños extraviados,

recaen el dolor y la cruda soledad,

mediante miles de reflejos desteñidos

que se van desvaneciendo y volviéndose prohibidos.


Es cierto que se pierden por los rincones afligidos,

aquellos gritos silenciosos de la fría obscuridad,

borrando los matices, sangrando a plena luz,

así como cada uno, carga siempre con su cruz.


La vida ya casi extinta, yace entre los escombros,

devaluada, insospechada, difícil de obtener;

es un sinfín de apuestas por conseguir el poder,

pues por todo lo insano, matamos y aniquilamos,

peor que sucios animales o que alguna bestia cruel.


La avaricia será la reina, de esta absurda dictadura

e inescrupulosamente, toda su sed saciará,

y cuando eso suceda nos corroerán los pecados

-el bien pierde contra el mal-

tanto, que si tú no matas, alguien te eliminará

y la peste de la carne diluida, se sentirá por cualquier lugar

cuando el miedo nos azote y nos impida respirar.


No hace falta predecirlo, el futuro está muy claro,

la involución está acabando con nuestras almas,

poco a poco nos arrastrará al infierno

y es por esa razón que mi corazón destierro,

pues somos los únicos culpables, de nuestra perdición.

domingo, 25 de octubre de 2009

Maldad, vuelve a mí



Dolor, dolor, dolor… Es lo que siento,

quiero desaparecer, es lo que pienso.

Salvar esta vida, no tiene sentido

porque para estar en ella, no tengo motivos.


La gente que va caminando, viendo, criticando,

jamás entenderá por todo lo que estoy pasando;

salí de la oscuridad para agonizar en la luz,

desterré a mi maldad y ahora sufro en esta cruz.


Ven a mí, maldad… ¡Te necesito!

Discúlpame si te traicioné

pero ahora me di cuenta,

qué sin ti no viviré.


¿Qué quieres que haga? Te dejo mi cuerpo,

¡absorbe mi alma, consume mi ser!

Pero ayúdame ahora, no quiero sentir,

mira que tú alimentabas todo mi existir

y ahora mi bien se quiere contener,

porque dándolo todo nada puedo tener.


Preferiría que en cambio, sufrieran los demás

porque si me dejas morir, tu también morirás.

sábado, 10 de octubre de 2009

Lo que busco


Tenía tu cuerpo, tu lujuria, tu pasión;
tus dulces y deliciosos besos, tus manos…
Era dueña de tu cuerpo, disfrutaba de tu piel
y tu dulce olor me incitaba, a probarte poco a poco
-mostramos ansias de placer-
y nuestras lenguas supieron que hacer.

Sin embargo, teniendo todo esto
me di cuenta de que aún estaba vacía,
aunque todavía deseaba tu cuerpo y sabía que lo tenía…
Yo quería algo más.

Simplemente el calor, el cariño que perdí,
unas caricias suaves y un poco de amor,
no era saciar mi sed de tenerte
o simplemente complacerte,
era algo un poco más espiritual, menos carnal.

Es que este vacío no se llena con ese éxtasis sentir,
tampoco por más delicioso que sea morderte
o por más suave y hermoso que sea tu ser;
no negaré que lo disfrutó y me divierte
pero no es eso lo que te haría tenerme.

Lo siento, me fascina cada momento divertido,
cada locura a tu lado que me llena de emoción,
pero para mí eso no es más que una ilusión
de lo que yo realmente necesito sentir.

Es amor no pasión, es que el tiempo se detenga
y que tus dedos deslizándose por mi cara
me hagan llenarme de paz;
es sentirme relajada, es dormirme en tus brazos,
que cuando esté a tu lado sienta que puedo volar.

Discúlpame si te he ofendido o sientes que te rechazo,
todo lo contrario me encanta estar contigo
pero simplemente, por más que lo intente,
no serás la persona, que siempre ocupe mi mente.

Sé que es algo absurdo, pues yo deseo seguir
para olvidarme un poco de lo que me hace sufrir,
así como lo había olvidado, antes de hoy
cuando recordé que yo busco en un todo,
siempre algo más…
Pero al final no tengo nada, así que lloro
esperando encontrar un día, la felicidad, mi tesoro.

Soy yo


Soy yo por quien lloras, soy yo por quien sientes
que el mundo se acaba antes de comenzar;
soy yo que en las noches, que ríes y sueñas,
te impide dormirte, no te deja en paz;
soy quien aprendió que el amor es dolor
quien te hace creer que es de lo peor,
no sé porque aun quieres que esté a tu lado
si tú eres diferente a mí y yo no tengo corazón.

A veces me pides que haga tantas cosas
y al rechazar hacerlas tú sufres sin más,
porque has dado todo por mi y no respondo,
tu ser no me importa, todo me da igual.
Y sé que tú buscas en mí una esperanza,
un aliento, las fuerzas para continuar,
pero te equivocaste yo no soy esa persona,
soy alguien que no te sabrá amar.

Así que ya puedes dejar de intentarlo,
así que puedes buscar una salida y márchate;
olvídame, soy tu oscuridad, por quien te desvelas,
quien juega sin más con tu dignidad y bondad;
piensa que no existo y deja de suplicar,
piérdete de mi vida y no regreses jamás.