Siempre hay alguien especial

En ocasiones solemos sentirnos solos, sentimos que no somos comprendidos y que nuestro pasado es cruel, sentimos que nadie podría sentir eso que nosotros y que también nos atormenta, hasta que algo sucede, algo que no nos podemos explicar y que solo lo dejamos llevar, lo dejamos fluir.
De prono de la nada llega una persona especial a nuestra vida, una persona que ha sufrido lo mismo que nosotros, así no halla ocurrido de la misma forma, otro pasado pero los mismos sentimientos que tenemos con respecto a nuestro pasado, nos damos cuenta que tenemos muchas cosas en común, pensamientos, sentimientos, gustos musicales… etc. Y al hablar con esa persona sentimos que nos comprende que no estamos solos, es como hablar con nosotros mismos pero a la vez con una persona totalmente distinta.

Hoy hablamos de esto, mañana de aquello, nos vamos conociendo mas aunque sepamos que en realidad no hace falta, desde el primer momento sentimos que esta persona era especial y le entregamos nuestro cariño sin necesidad de saber primero su vida, era como si ya la conociéramos aun sin saber mas que su nombre y quizá su edad, nos sentimos bien en su presencia y nos conformamos solo con hablarle así sea de lejos, un “hola” o tal vez chatear por Internet.

Esa persona para mi es un “Ella” quien me ha contado lo mas relevante que le ha sucedido en la vida, me ha dicho lo que siente, lo que piensa, esta volviéndose una persona especial para mi, dándome cuenta de esta manera que lo era desde el momento en que nos dijimos “Hola” sin siquiera vernos a la cara porque vive lejos. Ella sabe mi historia incluso con los pocos días que tengo conociéndola sabe mas de mi que muchos a los que conozco de años, yo se de ella y le e agarrado cariño a pesar de mi dificultad de confiar en las personas y ser poco sociable.

Ella ha aprendido de mi, yo de ella y poco a poco se va creando nuestra amistad quizá una especie de retroalimentación, yo con mis poemas, ella con sus escritos, yo con mi pasividad y ella con su osadía. Valientes apoyándonos, conociéndonos, aunque eso no haga falta para ser quienes ya somos, sentir lo que ya sentimos y confiar lo que ya confiamos. Se que ella sufre por dentro y eso la hace fuerte y ella sabe que yo sufro por dentro también y siento que si en algún momento no pudiera ser fuerte ella me ayudaría como yo le ayudaría en cuanto me necesitara.

¿La conozco? Quizá
¿Me conoce? Quizá
¿Pero eso realmente importa? No

Cuando existe o va a existir una verdadera amistad no hace falta hablar de tu vida para sentir confianza y dar todo por esa persona, quizás tengamos nuestros problemas algún día y lleguemos a sentirnos mal pero eso es parte de toda relación, sea familiar, amorosa o de amistad, es algo que ocurre y que ayuda a comprobar la fuerza de nuestros sentimientos.

Ella, tu, yo, creo que a todos nos pasa y lo importante es dejarlo fluir sin muchas preguntas, sin pensar en que lleguemos a sentir después y las consecuencias de ello. ¿Y yo? Yo solo doy el todo por hacerla sentir bien, por apoyarla por estar allí cuando me necesite, como pueda y todo sin pedir nada a cambio solo su amistad si ella así lo quiere, importándome demasiado que sea feliz porque así como llegó de sorprendente e irónico se va adentrando mas y mas en mi corazón y yo haciendo lo posible por entrar al suyo y que a la vez se sienta cómoda y que jamás quiera salir de allí, de mi corazón al cual se metió de una forma fácil y absurda, pero no quiero verle lógica a la vida ni a mis sentimientos porque al final, lógica? No hay.

Es por ello que ella me mostró su vida y yo le mostré la mía, para demostrarnos que no estamos solas, puesto que siempre habrá alguien muy similar a nosotros a quién debemos abrirles las puertas de nuestro corazón aunque no hace falta pensarlo, lo hacemos desde el primer momento de forma inconciente y así que esa relación, sea cual sea la que se cree con el tiempo, dure mientras se pueda, pues todo tiene su final y es por ello que yo quiero disfrutarlo con ella antes de que ese final tan indeseado llegue algún día.