Me sigues como una sombra,
agonizante en mi dolor,
hojas de claveles rotas
destruyéndome con fuerza
y enfrentándome con fervor.
¡Tú! Causa fiel de mis tristezas,
tu simple existencia quema mi piel,
quitándome lo que me distes,
bloqueando los caminos que un día me abriste
y volviéndome de la felicidad infiel.
Mi karma y mi tormento
aunque una vez quizá mi alimento,
lagrimas teñidas de sangre,
sangre manchada con rencor,
convirtiéndose en dolor,
lo que un día fue felicidad,
lo que nació llamándose amor.
Vives derrumbando mis sueños,
sin querer eres mi pesadilla,
inocente y culpable eres tú
dejándome así confundida.
¿Qué deseas? ¿Qué buscas de mí?
¿Por qué no decides si te quedas o te vas de aquí?
Pues yo, ya no se si odiarte o perdonarte,
ya que eras parte de mi pasado,
pero a mi presente has regresado
y para atormentarme te quedaste.
¡Solo da el todo o no des nada!
pero deja de torturarme y ser lo que eres
¡solo decide de una vez si me salvas!
o si de muerte al fin me hieres.
Pues el dolor de no saber que sentir por ti,
es un dolor tan terrible…
Que no se hasta cuando podré resistir,
esperando que esta tortura termine.
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