jueves, 24 de septiembre de 2009

Dame fuerzas


Dame fuerzas porque no sé como soportaré este adiós
y de tantos planes que hice no calcule el dolor,
aquel que me dejará tu partida después de lo que vivimos,
sueños, esperanzas, tanto amor repartido;
una gota rota de lluvia del cielo que oscureció.

¿Cómo no llorar? Si el mismo cielo me incita,
¿cómo soltarte? si el frío es tan espantoso
y tu calor es tan perfecto, como tu rostro es hermoso…
Me cuesta asumir que desde hoy, ya no serás para mí.

Admito que resistí mucho tiempo esperándote
pero ahora que te tengo no te quisiera dejar,
es más fácil olvidar algo que no se ha probado
que olvidar el gran sabor de un exquisito manjar.

No llores por favor porque ese es mi trabajo,
mejor abrázame muy fuerte y bésame una vez más;
que en la brisa y en la lluvia quede marca de esta unión,
que el tenue color del paisaje, cubra este corazón
y evite que el dolor se adueñe de mi razón.

Sé que un día nos veremos y podré sentirte de nuevo,
luchemos por qué no se pierda rastro total de este amor,
porque aunque mi cuerpo a veces es traicionero
tú eres exactamente lo que buscaba mi corazón,
luz pura para mi alma, a quién más quiero,
quién me enseño a vivir sin sentir que muero.

Dame fuerzas para no olvidar como se siente
y así poder esperar te todo el tiempo que tardarás,
si no pídele a Dios el olvidarte y que me olvides
-que nos traiga de la nada a un nuevo amor-
porque sinceramente si no vuelves o te olvido
regresaré al abismo y seré la presa del dolor,
como era antes de que llegaras y me dieras tu calor.

No hay comentarios: