sábado, 25 de abril de 2009

Fenómeno del Amor



Siempre existen personas que se creen fuertes, decimos y hacemos cosas que nos marcan como los malos, cínicos o indiferentes, aquellos que nunca pierden, siempre consiguen lo que quieren y juegan con los sentimientos de los demás sin que nadie pueda hacerles daño. Juramos que no haremos o diremos algo diferente a nuestra personalidad y creemos que somos infalibles ante todas las cosas que a los demás les afecta, pero eso no es del todo cierto, no cuando llega él, aquel al que le llaman Amor.

Amor, algo en lo que no creo como el significado antiguo y puro capaz de dar hasta la vida por esa persona, pero que sin embargo, mantiene gran parte de su esencia como el verdadero combustible del mundo, bueno, después del dinero claro está. Decimos que una persona jamás podrá cambiar nuestra conducta, ni forma de pensar pero cuando caemos ante la redes del amor nos damos cuenta de que todo no fue mas que una blasfemia, nos comportamos girando alrededor del sol y nuestro sol es aquella persona a la que queremos, terminamos haciendo cosas que se suponía no iban con nuestra forma de ser, y jamás haríamos por respeto a nuestra persona, pero lo mas irónico de hacerlas, es que nos gusta y al hacerlas nos sentimos bien, más aun si a esa persona le hace feliz.

Nadie entiende bien el poder de transformación de este, llamémoslo fenómeno para no sonar tan “Amorosos”, pero es algo que afecta a cualquiera que se le cruce en el camino, desde el asesino sin corazón, hasta la niña que sueña con cuentos de hadas y príncipes azules. Hay personas que amaron y se negaron a volverlo a hacer porque sufrieron mucho, por culpa de esa persona o sin más culpable que la vida y/o el destino, pero incluso aunque se cierren, si de pronto dejan un lado desprevenido y sin vigilar este poder podría entrar y hacerle borrar la memoria, el dolor, los sentimientos, los juramentos, todo y así hacer que se rinda a sus pies.

Y es tan increíble, ni la distancia, ni el tiempo, ni las diferencias, ni los prejuicios, ni el sexo, ni las sociedades, ni las mentiras, ni el destino, ni la vida, ni el dolor; nada pero absolutamente nada, puede contra este poder que cuando es real (y solamente necesita ser un poco real), un poder puede destruir o construir todo un mundo, dejando todo lo demás atrás como si nunca hubiese existido nada ni nadie más que esa persona que te hace feliz. El Amor nos transforma, pero no nos cambia, no se mucho de él pero se que es tan benigno como maligno y como todo lo que existe, puede usarse tanto para bien como para mal, pero no importa como se use porque no dejará de ser ese fenómeno y no dejará de ser el poder que a veces nos hace ir en contra de lo que un día fuimos, de nuestra propia razón y nos hacer mejorar o empeorar (dependiendo del caso), para complacer a esa persona que sea en bien o en mal, nos hace felices hasta que llega el final.

¿Nuestra única opción? ¿Nuestra única salida?
¡Nunca dije que tuviéramos una!

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