martes, 30 de septiembre de 2008

¿Que soy para ti?




















Nunca te has detenido a ver más allá del hijo perfecto que creaste en tu mente....Y 18 años después sigo siendo invisible.

Me viste nacer, pero no procuraste conocerme,
sí, al principio todo era bello en mi, y nuevo para ti
sabías que no sería fácil, pero creías que ibas bien
y de repente... te fuiste sin mirar atrás,
sin darte cuenta, yo era un trofeo más.

He caminado por la vida pensando que esto es vida
antes me llevabas de la mano, pero ahora ¿dónde estás?
Y te quedas en silencio, pues no escuchas mi voz
¿Acaso sera que mis gritos son en vano?
¿O que me has dejado en el pasado?
Quisiera tener la respuesta, del porqué te has alejado.

Sé que fui producto de un amor, pero nunca existí para los dos
cuando se les fue todo de las manos, sólo me dejaron atrás
la soledad fue mi hogar y el corazón quedó vacío de amor
y lo ilógico es que aún sigo rogando, que me saquen del dolor.

He buscado el amor en otro lugar, ¡dime dónde lo puedo comprar!
porque esto es sólo una casa, ya no es un hogar,
somos los inquilinos extraños sin una razón para vivir
ustedes por su lado ¿Y yo?... Sin existir.

A veces pienso, ¿Qué hice para estar viviendo este martirio?
Por más que lucho por lograrlo, no gano tu aceptación
y encuentro en los brazos de otros padres el amor que no me han dado
y encuentro en cualquier extraño la comprension que no hay aquí.
Y aquí, sola, platico con el viento mis hazañas,
mis sueños, mi vida, quién soy y qué quiero lograr,
mientras tú, estarás feliz tomando el café con tus amigas
[cuyas hijas son perfectas para ti]
para luego compararme con ellas, ¡Pero yo no puedo ser así!

No te detienes a ver en mi lo bueno, sólo los defectos
que tú, que eres mi Madre, espero no los tengas
[si dicen que soy igual a ti]
aunque tu dices que no somos iguales, pues fuíste una hija perfecta
pero no busco ser tu reflejo, pues yo no abandonaría a mis hijos en el aire
y vuelvo al dilema de siempre... ¿Porqué razón no me aceptas?

Déjame volar con estas alas que yo forjé,
en el cielo que me prometiste, el cual nunca me enseñaste...
Déjame ser yo misma,
ya no me reprimas más, no quieras cambiarme...
porque no se puede cambiar lo que nunca se ha conocido.

¿Puedes apagar la luz y regalarme un beso de buenas noches?
Este poema es un dueto elaborado por mi hermanita virtual Zahir y mi persona.
Gracias hermanita, por este gran honor,
¡sino es por ti no hubiera sido posible!

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