Enséñame a querer…
Como le enseñaste al viento
a traerme tu olor,
como le enseñaste a las aves
a cantar tu canción,
como le enseñaste al sol
a iluminar mi camino,
como le enseñaste a los árboles
a protegerme del calor.
Enséñame a querer como nunca antes,
incluso más allá de mi imaginación,
como el invierno quiere a la nieve,
como un cantante a su composición.
Enséñame a querer…
Como me enseñaste a recordarte,
como me enseñaste a esperarte cada día,
como me enseñaste a desearte.
O si no simplemente…
Enséñame a olvidarte.
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