lunes, 4 de enero de 2010

Nuestro amor caducado



Las palabras se han desgastado
de tanto pronunciarlas
y la pasión se marchitó
por el exceso de calor.

La luz que nos iluminaba
ahora yace apagada,
se han quemado los focos,
de tanto que ésta se usó.

El cielo se torna gris
y el humo de nuestros cuerpos,
de infinito rozarse
se incendiaron de placer.

Ya el cansancio acabó
con lo que un día comenzamos,
de elevado el entusiasmo,
en rutina se volvió.

¡Oh, aquellas madrugadas!
¡Oh, aquellos sentimientos!
Te juro que lo lamento...
Pero este amor, caducó.

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