domingo, 11 de noviembre de 2007

Mi rutina


Vago sin motivo por horas y horas,
doy vueltas por doquier con la mirada fija,
lagrimas cubren mi rostro cual cascada salada,
la tristeza me hunde en su regazo
y esta noche de luna parece que no acaba.

Veo el reloj y recuerdo que no tiene batería,
por inercia comprendo cuantas horas han pasado,
me siento incomoda por no ser dominada por el tiempo,
pienso en la monotonía y cuanto la extraño,
me e convertido en otro zombi sin reencuentro.

Giro como la tierra sobre mi propio eje,
la sensación de mareo me ayuda a olvidar,
tomo un trago, enciendo un cigarrillo
¿pero que estoy haciendo si yo no fumo?
hago mil locuras y dejo un poco de llorar.

Después de tanto pensar siento un vacío en mi alma,
sin calma solo tortura, una soledad asfixiante,
el corazón se me oprime y la respiración se me corta,
mis lagrimas ya calmadas vuelven a caer gota a gota
y este dolor en el pecho es cada vez mas constante.

Mareada por el alcohol y sucia por el cigarrillo,
me hundo en una depresión sin lógica alguna,
todo porque la soledad se apodero de mi vida,
a pesar de estar tan acompañada, ella me acosa día a día,
el alcohol hace su efecto y me quedo dormida.

A la mañana siguiente es hora de recomenzar de nuevo,
me arreglo y me voy a estudiar aparentando ser feliz,
la gente me saluda normal sin sospechar lo sucedido
y yo les sigo la corriente para olvidar un poco lo vivido.

Pero al llegar a casa todo se repite otra vez
pues la soledad regresa y me lastima de nuevo,
es un siclo vicioso que nunca termina,
pues la soledad se convirtió en parte de mi rutina
.

No hay comentarios: